viernes, 15 de marzo de 2013

Libro vigésimo noveno: Cuentos de vellonera

Cuentos de vellonera
de Ricardo Santana Ortiz

Esta pequeña colección de cuentos viene con aires irreverentes y dolorosos. Bajo la misma línea de literatura ‘hiperrealista’ de ‘La belleza bruta’, de Francisco Font Acevedo, y ‘Mundo cruel’, de Luis Negrón, ahora Ricardo Santana Ortiz también se atreve a exponer de manera visceral y admirable los relatos intratextuales sobre un nicho de personajes y lugares que se comparten a través de las historias.
La mayoría de los relatos alternan entre la niñez y la adultez de un personaje homosexual llamado Gabi. Es interesante como Santana Ortiz caracteriza a Gabi y a los demás personajes con técnicas sencillas que mayormente se agarran de referencias populares y un lenguaje de los personajes muy puertorriqueño y coloquial. Digo que es interesante porque, en mi caso, a pesar de nunca haber conocido personas ni vivido situaciones semejantes, al final de cada cuento siento que Gabi y su ganga se me hacen más y más familiares.
El tema del tranformismo se abarca con cierta profundidad en el último relato, titulado ‘El gran final’. Tengo que confesar que fue el relato que menos me gustó del libro, junto con ‘Tití Nelly y yo’, más bien porque los diálogos en estos relatos suenan algo artificiales. Solo un poco. Sin embargo, la temática que abarca cada uno de estos cuentos es, sin embargo (e irónicamente), acaso la más impresionante. Por un lado, ‘El gran final’ denuncia la ambigüedad o insuficiencia de la representación legal que se le ofrece a las personas homosexuales y, en este caso, transformistas. Por otro lado, en ‘Tití Nelly y yo’, hay una compleja presentación de cómo una situación ‘normal’ o ‘cotidiana’ traumatiza a un niño mientras que encuentra refugio en otra que se considera ‘inaceptable’ y ‘terrible’. Y es que a través del terror el niño encuentra un refugio en la simpatía sensual que le ofrece su tía Nelly hasta llegar al punto de la transgresión sexual. Al terminarlo me pregunto: ¿Será compasión o será perversión? De un modo o de otro, la presentación del conflicto es excelente, no así el dominio de la técnica de los diálogos.
Como ya mencioné, la mayoría de los cuentos alternan entre la niñez y la adultez de un personaje llamado Gabi. Los cuentos de la niñez me llamaron más la atención por el mero hecho de que son ética y moralmente más complejos. La psicología involucrada en las situaciones terribles que tiene que enfrentar Gabi es de una riqueza literaria muy particular. Por otro lado, los cuentos de la adultez se ambientan en el interior de un antro de prostitución. Las situaciones que se dan en este ambiente provocan más bien dilemas existenciales mientras que los cuentos de la niñez plantean claroscuros de supervivencia y adaptación. En todo caso, tanto en la niñez como en su vida adulta, los problemas de Gabi siempre giran en torno al mismo hoyo negro devorador: la intolerancia hacia la homosexualidad y la insensibilidad por la dignidad humana.


Así como hay un par de relatos imperfectos en esta colección, también hay otros que son de gran calidad técnica y estética. El primer relato, titulado ‘La cadena del Cano Belleza’, introduce la obra con fuerza y personalidad. Gabi escucha algunas remembranzas de un tipo problemático que se llama Cano Belleza. Podemos ver todas sus imperfecciones como persona, pero también vemos a través de los ojos y la voz narrativa de Gabi la humanidad trastocada del Cano Belleza.
Más adelante hay otro relato que sobresalta: ‘Delia y la Cautiva’. Delia es una prostituta que muere encerrada en un baño mientras que si amiga le da lata desde afuera sin saber que la otra se desangra. A través del lúdico monólogo nos impacta la ironía de saber que mientras una celebra su gran noche en la calle, la otra muere debido a la paliza que le propinó un abusador (que en el relato final sabemos de quién se trata). El cordero sacrificado, a pesar de que se trata de una prostituta, acentúa la tragedia del relato.
El último relato que deseo resaltar es ‘Cinco minutos de libertad’. En este relato nos situamos en la niñez de Gabi. Se trata de un retrato espectacular del núcleo de la familia urbana puertorriqueña interpretado por un chico adolescente homosexual. El cuento es básicamente un episodio en el que el hermano retardado o ‘especial’, como le llaman en el relato, se escapa del hogar y Gabi tiene que salir a la calle a buscarlo. Durante la breve aventura, ambos hermanos se tienen que enfrentar a la crueldad asfixiante de la comunidad que se mofa de ellos. El mero hecho de salir a la calle detona varias situaciones sumamente humillantes para el adolescente. Más allá de desvelar el prejuicio contra los homosexuales, ‘Cinco minutos de libertad’ descubre de manera hiriente la conducta e idiosincrasia barbárica de una gran porción de nuestra cultura moderna, urbana y puertorriqueña.

Mis relatos favoritos son:
‘La cadena del Cano Belleza’
‘Delia y la Cautiva’
‘Cinco minutos de libertad’

Elementos narrativos sobresalientes:
-Intratexto (los relatos comparten los mismo personajes y se solapan entre sí)
-La crudeza hiperrealista
-La brevedad
-El tono confesional

domingo, 3 de marzo de 2013

Libro vigésimoctavo: El fraile con-fabulado

El fraile con-fabulado
       de Rubis Marilia Camacho

Este pequeño libro de relatos cortos continúa la tradición intertextual bíblica y de imágenes escatológicas e inteligentes de la autora. Igual que en algunos textos de su primer libro, ‘Cuentos traidores’, Rubis Marilia Camacho se agarra de personajes del clero y de referentes bíblicos para hilvanar sus historias. En el caso de ‘El fraile con-fabulado’ todos los textos giran alrededor de un mismo personaje: el Fraile.
En la mayoría de los relatos se exploran las inquietudes espirituales del fraile cuando la autora lo expone a situaciones poco ordinarias. El detonante principal de la inquietud del Fraile es casi siempre el cuerpo. La autora logra este efecto, algunas veces a través de la suciedad y la muerte y otras veces a través del erotismo.
Ya he leído tres libros de esta autora y lo más que me llama la atención de su estilo literario es cómo hilvana las imágenes más grotescas y desagradables con una narrativa poética y una temática religiosa (o anti-religiosa).
A pesar de toda esta convulsión sensorial, el meollo de cada historia reside en la humanidad de la persona; en el caso de este libro, en la humanidad del fraile. Verdaderamente es un reto construir muchas historias alrededor de un personaje solitario e introvertido como el Fraile, pero la autora lo logra con al maestría de su estilo, al que llama literatura del encierro.
Con respecto al título, que sugiere la lectura de una serie de fábulas, aunque los relatos son breves, no se representan el género antiguo con su elemento más común: los animales que hablan.
La edición de este libro no es la mejor, pero las faltas son minúsculas y no entorpecen la lectura. Es de lectura rápida, aunque no muy ligera debido al rico lirismo y vocabulario de la autora.

Mis relatos favoritos son:
‘El telescopio del fraile’
‘Un cuerpo para el fraile’
‘La mesa del fraile’

Elementos narrativos sobresalientes:
-Intertexto con otras obras.
-Intratexto en el relato ‘La sombra de Pedro’
-Brevedad
-Introspección y psicología del personajes del fraile.


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