Cuentos tan cortos que no aburren
de Ricardo Martí Ruiz
Esta peculiar colección de
relatos cortos es diferente a la inmensa mayoría en al menos un aspecto: la voz
narrativa. Hoy día los autores se preocupan mucho por la corrección—pero no me
refiero solamente a la corrección ortográfica y gramatical, sino también a lo
que llaman la “corrección política”. Me refiero a un término prestado del
inglés que indica la intención de apelar a la inclusión y la “igualdad”
(realmente se refieren a la justicia, pero bueno...), diría yo. Esto suena muy
bonito, pero en la mayoría de las veces me parece que termina atrofiando y
restándole valor al trabajo artístico por ser un elemento forzado en la
estética. No es el caso de Cuentos tan cortos que no aburren.
Leer este libro es una
experiencia similar a sentarse a conversar con un pana mientras te bebes dos o
tres cervezas bien frías. Van a hablar sin la preocupación de que alguien más
los juzgue. Se sienten en confianza. En este sentido, el autor es bastante
osado porque adopta un estilo despreocupado a consciencia. De hecho, en la
primera página de información técnica sobre el libro hay una nota del autor que
advierte ciertas licencias estilísticas que se ha tomado para evitar,
precisamente, que su libro sea interpretado como una obra machista o una
crítica a los que empleamos normalmente las formas gramaticales de género. El
autor comprende muy bien el riesgo que se ha tomado, aunque inevitablemente
pueda caer mal a algunas personas más progresistas. A mí no me molesta.
Como bien anuncia el título del
libro, la mayoría de los cuentos incluidos son breves, aunque ninguno tiene las
características de un microrelato. Están hilvanados con erotismo y violencia,
con fantasías posibles y situaciones extremas que aportan al tono lúdico, y a
veces irónico. Usualmente este estilo viene cargado de un cinismo atroz que
requiere una perspicacia de parte del lector para descifrar las verdaderas
intenciones del narrador, pero en Cuentos tan cortos que no aburren la
narración es simple, clara y efectiva. La voz narradora en todos los cuentos es
muy sincera excepto, quizás, en “El titán”, que aparenta sugerir alguna
posibilidad oscura en la vida de un personaje histórico de la música
puertorriqueña.
De lenguaje sencillo, tramas
osadas y personajes excéntricos, Cuentos tan cortos que no aburren se sirve de
la simpatía callejera, que a la misma vez funciona como aliciente del peligro y
el misterio, para fomentar y sostener el interés del lector por la lectura de
esta colección de relatos. Si bien no es un libro que le pueda agradar a todo
el mundo, en especial por su sinceridad e irreverencia, cualquiera que tenga un
buen sentido del humor y una mentalidad abierta lo podrá disfrutar a cabalidad
como una alternativa a las corrientes contestatarias que predominan fuertemente
en la literatura puertorriqueña contemporánea.
Mis
relatos favoritos son:
"Conversación
con dios"
"La
telefónica, por Kafka"
"La
fórmula"
Elementos
narrativos predominantes:
-Brevedad
-Lenguaje
simple
-Erotismo
-Ludismo
No hay comentarios:
Publicar un comentario