Reyerta TV
de Juanluís Ramos
Reyerta TV es un
libro adecuadamente exagerado. Vivimos una exageración a nivel cotidiano,
y Juanluís Ramos la traslada a la
ficción digerible.
A pesar de
contarnos diferentes relatos, Reyerta TV persigue la historia de un detective
retirado que adopta una vida criminal para recuperar el sentido de su vida, si
podemos decirlo de esa manera. Cada uno de estos cuentos lleva el título de
‘Gin & Tonic’, por partes, mostrándonos a través de relatos independientes
la historia de un grupo de personajes que bien podrían representar ‘el bien y
el mal’. Puedo decirles que el mal triunfa al final, pero no como una victoria
del villano, sino como una desmoralización del héroe retirado que se ha dejado corromper
por su archienemigo. No es hasta ‘Gin & Tonic IV’ que realmente detecto el
verdadero giro de esta historia fragmentada; cuando, en el bar, todos los que
nunca realmente le prestaron atención de repente le dan la espalda.
Este es el
sentimiento que veo repetido a lo largo de todos los relatos de Reyerta TV: el
de dar la espalda al dar con el giro atroz. ‘La confesión de Sor Josefa de
todos los santos’ nos impacta desde el principio. Rápidamente entendemos el
daño irreparable que esta sufriendo el hijo de la estrella porno, pero no es
hasta el final que de verdad sentimos, así como los trabajadores sociales,
cerrar el libro, dar la espalda y olvidarnos del nene con el complejo de Edipo.
Como dice el último relato, ‘Boletín de última hora’ (mi favorito), uno conoce
todas estas cosas, uno sabe que se dan todos los días, pero no es hasta que te
apuntan con la pistola que realmente conoces el terror de no poder dar la
espalda.
Igualmente, un elemento
narrativo que se repite en varios relatos de Reyerta TV es la hipérbole
descarada. Trabajar la hipérbole requiere de una sensibilidad que puede llegar
a ser tan peligrosa y exigente como trabajar el erotismo en la literatura. No
se pueden escribir exageraciones impunes. Juanluís Ramos entiende la magnitud
de lo que está escribiendo. Se apodera de la exageración para transformarla en
un recurso agradable y, sobre todo, necesario a la hora de hablar de la
violencia y del fanatismo religioso. ‘Gin & Tonic III’ y ‘Casa del señor’
acuden constantemente a la hipérbole para exprimirnos una sonrisa del rostro
mientras nos encontramos con cada cosa terrible de estos cuentos
interesantísimos.
También tengo que
resaltar el constante lenguaje callejero al que tan acostumbrados estamos en
Puerto Rico. Esto hace que Reyerta TV sea muy atractivo para un puertorriqueño,
pero probablemente parezca inverosímil o muy cargado de puertorriqueñismos para
un lector esté ajeno a nuestra realidad social. No digo que sea una lectura
imposible para un extranjero; el dar la espalda y el vivir la violencia sin
vivirla realmente es un fenómeno universal. Sin embargo, no todo el mundo
conoce a ‘Carlitos Colón’ o a ‘Abdulah the Burcher’, tampoco lo que significa el ‘jangueo’, la
‘tiraera’ o el ‘Golden Gun’ del antiguo videojuego del Nintendo 64, 'Golden Eye
007'. Las referencias a la cultura popular son admirables pero, como siempre,
también pueden perjudicar el alcance que pueda tener nuestro libro.
Puedo decir que
todos los relatos están bien logrados, funcionan y sostienen el argumento de
encontrarse con la violencia y no poder dar la espalda. Desde licuar a un recién
nacido, montar un tanque de guerra a través de una bahía matando a miles sin
dejar un rastro, descubrir que el malvado luchador del bando rudo es un ser
humano igual que todos nosotros, vivir el asalto a mano armada desde el lado
equivocado del cañón, hasta adorar la vocación pornográfica de nuestra madre,
Reyerta TV es el canal que todos tenemos que mirar en algún momento, sin dar la
espalda.
Reyerta TV obtuvo
el Premio Nacional de Cuento en el 2009.
‘La confesión de Sor Josefa de todos los Santos’
‘Casa del señor’
‘Don Domingo’
‘Boletín de última hora’
Elementos sobresalientes:
-Hipérbole
-Referencias a la cultura popular
Libro octavo: El oficio del vértigo
A mi amigo, Antonio:
ResponderEliminarNo he podido esperar hasta el lunes.
Lo lamento.
-Rey Brujo