de Ricardo Santana Ortiz
Esta pequeña colección de cuentos viene con aires
irreverentes y dolorosos. Bajo la misma línea de literatura ‘hiperrealista’ de
‘La belleza bruta’, de Francisco Font Acevedo, y ‘Mundo cruel’, de Luis Negrón,
ahora Ricardo Santana Ortiz también se atreve a exponer de manera visceral y
admirable los relatos intratextuales sobre un nicho de personajes y lugares que
se comparten a través de las historias.
La mayoría de los relatos alternan entre la niñez
y la adultez de un personaje homosexual llamado Gabi. Es interesante como
Santana Ortiz caracteriza a Gabi y a los demás personajes con técnicas
sencillas que mayormente se agarran de referencias populares y un lenguaje de
los personajes muy puertorriqueño y coloquial. Digo que es interesante porque,
en mi caso, a pesar de nunca haber conocido personas ni vivido situaciones
semejantes, al final de cada cuento siento que Gabi y su ganga se me hacen más
y más familiares.
El tema del tranformismo se abarca con cierta
profundidad en el último relato, titulado ‘El gran final’. Tengo que confesar
que fue el relato que menos me gustó del libro, junto con ‘Tití Nelly y yo’,
más bien porque los diálogos en estos relatos suenan algo artificiales. Solo un
poco. Sin embargo, la temática que abarca cada uno de estos cuentos es, sin
embargo (e irónicamente), acaso la más impresionante. Por un lado, ‘El gran
final’ denuncia la ambigüedad o insuficiencia de la representación legal que se
le ofrece a las personas homosexuales y, en este caso, transformistas. Por otro
lado, en ‘Tití Nelly y yo’, hay una compleja presentación de cómo una situación
‘normal’ o ‘cotidiana’ traumatiza a un niño mientras que encuentra refugio en
otra que se considera ‘inaceptable’ y ‘terrible’. Y es que a través del terror
el niño encuentra un refugio en la simpatía sensual que le ofrece su tía Nelly
hasta llegar al punto de la transgresión sexual. Al terminarlo me pregunto:
¿Será compasión o será perversión? De un modo o de otro, la presentación del
conflicto es excelente, no así el dominio de la técnica de los diálogos.
Como ya mencioné, la mayoría de los cuentos
alternan entre la niñez y la adultez de un personaje llamado Gabi. Los cuentos
de la niñez me llamaron más la atención por el mero hecho de que son ética y
moralmente más complejos. La psicología involucrada en las situaciones
terribles que tiene que enfrentar Gabi es de una riqueza literaria muy
particular. Por otro lado, los cuentos de la adultez se ambientan en el
interior de un antro de prostitución. Las situaciones que se dan en este
ambiente provocan más bien dilemas existenciales mientras que los cuentos de la
niñez plantean claroscuros de supervivencia y adaptación. En todo caso, tanto
en la niñez como en su vida adulta, los problemas de Gabi siempre giran en
torno al mismo hoyo negro devorador: la intolerancia hacia la homosexualidad y
la insensibilidad por la dignidad humana.
Así como hay un par de relatos imperfectos en esta
colección, también hay otros que son de gran calidad técnica y estética. El
primer relato, titulado ‘La cadena del Cano Belleza’, introduce la obra con
fuerza y personalidad. Gabi escucha algunas remembranzas de un tipo
problemático que se llama Cano Belleza. Podemos ver todas sus imperfecciones
como persona, pero también vemos a través de los ojos y la voz narrativa de Gabi
la humanidad trastocada del Cano Belleza.
Más adelante hay otro relato que sobresalta:
‘Delia y la Cautiva’. Delia es una prostituta que muere encerrada en un baño
mientras que si amiga le da lata desde afuera sin saber que la otra se
desangra. A través del lúdico monólogo nos impacta la ironía de saber que
mientras una celebra su gran noche en la calle, la otra muere debido a la
paliza que le propinó un abusador (que en el relato final sabemos de quién se
trata). El cordero sacrificado, a pesar de que se trata de una prostituta,
acentúa la tragedia del relato.
El último relato que deseo resaltar es ‘Cinco
minutos de libertad’. En este relato nos situamos en la niñez de Gabi. Se trata
de un retrato espectacular del núcleo de la familia urbana puertorriqueña
interpretado por un chico adolescente homosexual. El cuento es básicamente un
episodio en el que el hermano retardado o ‘especial’, como le llaman en el
relato, se escapa del hogar y Gabi tiene que salir a la calle a buscarlo.
Durante la breve aventura, ambos hermanos se tienen que enfrentar a la crueldad
asfixiante de la comunidad que se mofa de ellos. El mero hecho de salir a la
calle detona varias situaciones sumamente humillantes para el adolescente. Más
allá de desvelar el prejuicio contra los homosexuales, ‘Cinco minutos de
libertad’ descubre de manera hiriente la conducta e idiosincrasia barbárica de
una gran porción de nuestra cultura moderna, urbana y puertorriqueña.
Mis relatos favoritos son:
‘La cadena del Cano
Belleza’
‘Delia y la Cautiva’
‘Cinco minutos de
libertad’
Elementos narrativos
sobresalientes:
-Intratexto (los relatos
comparten los mismo personajes y se solapan entre sí)
-La crudeza hiperrealista
-La brevedad
-El tono confesional
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