miércoles, 25 de diciembre de 2013

Libro trigésimo cuarto: Mujeres que se portan mal

Mujeres que se portan mal
de Arlene Carballo

Cuando terminé de leer el primer cuento del libro, me dije a mí mismo: he leído a Puerto Rico. ‘Mema’, que es el título del primer relato de Mujeres que se portan mal, es una historia sobre la decadencia familiar puertorriqueña. Otro relato del mismo libro, que se titula ‘La mujer que se repite’, es una narración a la Cortázar en donde los destinos de una generación de mujeres se repite en la otra y cada vez se degenera más y más hasta provocar pena y, sobre todo, angustia. Ambos son probablemente los mejores cuentos del libro y representan de una manera impersonal una literatura de reflexión sin los melodramas ni sermones moralistas que permean tan fácilmente en este tipo de historias.

Lo que me parece verdaderamente fascinante de la narrativa de Arlene Carballo es que siempre aparenta el melodrama y nunca se regodea en él. Es difícil de explicarlo. Las situaciones son hiperrealistas, casi de telenovela, pero siempre logra darles un giro verdaderamente sorprendente. La autora no pretende manipular las emociones del lector, sino que lo lleva de la mano a través del melodrama inescapable de nuestra realidad isleña y nos muestra, poco a poco, sin pretensiones ni remordimientos, lo que simplemente es.

El libro parece mostrarnos tres especies diferentes de historias. Están las que se presentan con un estilo similar a la literatura puertorriqueña hiper-realista de la década del 2000, aunque dentro de un trasfondo actualizado y más universal. En cierto modo, uno podría decir que se trata de un estilo ya probado. Por otro lado, no podemos evitar pensar que así somos, que nos repetimos históricamente, generación tras generación, porque la naturaleza del puertorriqueño es fascinante, pintoresca, digna de ser contada, reída y llorada. De esta manera, tenemos seis historias, que son ‘Mema’, ‘Mechita gana una’, ‘Las huellas de una vida’, ‘La mujer que se repite’, ‘Revelación en una parada de guaguas’ y ‘El dulce olor de las almendras’.

Ahora me detengo un momento porque vale la pena señalar algo más. Todos los que hemos leído algunos de los mejores cuentos de Antón Chejov conocemos ese sentimiento inexplicable de angustia pasajera, de tragedia silente y simpleza estruendosa. Es raro que un autor contemporáneo logre alcanzar esta delicadeza y sensibilidad literaria tan admirable y fina. ‘Un gesto de amor’ es un cuento de esta colección que de alguna manera lo logra. Con su caracterización precisa de los personajes, la narrativa ágil, depurada, humana, Arlene Carballo nos conduce a través de la violencia y el ridículo habitual hacia un final en donde la tranquilidad residual lastima.

Por otro lado, el cuento ‘Retoñar’ parece una desviación al estilo de esta colección. Su imaginario preciosista y la narrativa lírica son agradables, aunque no son tan efectivos como los relatos crudos y finales sorpresivos de los otros cuentos de la autora.

‘Las cadenas de la libertad’ es otro relato que se desvía un tanto del estilo principal del libro. Si bien presenta una historia sumamente irónica, el realismo maravilloso del final es delirante y poco anticipado.



Ahora bien, el segundo grupo de historia que se presenta con fuerza en este libro lo son las del mundo islámico. Solo tenemos dos relatos de este tipo, pero son de gran calidad y merecen una buena porción de nuestro comentario.

El primero de estos se titula ‘Algo más que los huesos’. Se trata sobre el origen del espantoso ritual de la lapidación. La crueldad es inescapable, pero la autora le da un giro tierno a la historia. Los personajes principales son un niño y una niña que presenciaron el ritual en donde se entierra a una mujer y se le apedrea hasta la muerte. El niño detesta y repudia lo que le obligaron a hacer, pues se trataba de su propia madre. La niña, por otro lado, lo consuela y está orgullosa de los sentimientos gentiles de su amigo. Sin embargo, la historia esta lejos de ser infantil pues el desenlace final no es la reconciliación ni el perdón, sino la pérdida de la inocencia del niño y cómo esto y las costumbres abominables que nos amoldan y asedian desde pequeños lo llevaron a convertirse en el Comandante de la fe de toda su gente.

El otro relato de este tipo se titula ‘El dedo poderoso de la mujer afgana’. Al igual que en el primero, el ritual de la lapidación toma protagonismo temático, pero esta vez el personaje principal es una mujer adulta. En este caso, vemos como su inteligencia le consigue un lugar privilegiado dentro de la sociedad islámica, pero su poco atractivo físico y, sobre todo, su mentalidad liberal y cuasi-homosexual la hacen un candidato perfecto para desatar la crueldad y el morbo de los hombres a través de la lapidación.

El tercer tipo de relato que la autora nos presenta son los microrelatos. Estos son los menos que me llamaron la atención. La mayoría tienen buenos finales y llevan consigo los elementos importantes de un buen microrelato. Sin embargo no me impactaron tanto como los demás cuentos del libros. Claro, debo hacer una excepción con el cuento ‘La herencia’. El tema seleccionado es mucho más a tono con el resto de las historias y funciona como un final perfecto para este gran libro. Me agrada que parezca un punto de origen creativo para el texto y que aparezca al final, pues genera una sensación de circularidad.


En fin, les recomiendo mucho esta entrega de Arlene Carballo. La portada del libro parece de un compendio de telenovela de mafia colombiana, pero les aseguro que su contenido está muy lejos de serlo. Mujeres que se portan mal es literatura que se pregunta las injusticias más antiguas y por qué todavía sobreviven, ya sea en la cultura del Islam o en la nuestra, en Borikén.

Mis relatos favoritos son:
'Mema'
'Algo más que los huesos'
'La mujer que se repite'
'Un gesto de amor'
'El dedo poderoso de la mujer afgana'
'La herencia'

Elementos narrativos sobresalientes:
-El aparente melodrama telenovelesco
-La mujer como punto de partida y objetivo
-La inclusión de los medios tecnológicos
-La lapidación como detonante creativo
-La degeneración familiar
-El microrelato

domingo, 1 de diciembre de 2013

Libro trigésimo tercero: Tedio tropical


Tedio tropical
de Victorino Bernal

Tedio tropical es una colección de cuentos bastante diversos, tanto en estilo como temática. Aunque los textos no guardan mucha relación unos con otros, el título del libro sí nos sugiere un anticipo sobre algunas inquietudes del autor que se van a ver reflejadas en la lectura. Por ejemplo, abunda el comentario político sobre la situación miserable e incorregible de Puerto Rico. Por otro lado, otros cuentos laberínticos no guardan relación alguna con el estilo lúdico principal. El libro, pues, es una selección de cuentos variada.

Me saltaré el primer relato, ‘Standard Electric’, porque no lo entendí.

Entonces comenzamos con ‘La esposa del rey en la esquina’. El autor establece un tono grandilocuente para ensalzar las hazañas de un drogadicto indigente. El protagonista es comparado con un rey y en ocasiones parece ser un dios. La magnánima imagen —y esta es la verdadera catarsis del relato— de repente se derrumba y lo volvemos a ver como un ser humano cuando el autor nos revela al final que su familia todavía lo busca para ayudarlo a salir de la enfermedad. Esta humanización del dios representa una ironía genial sobre la incapacidad del drogadicto para abandonar su situación precaria. El enfermo necesita su enfermedad. El enfermo es rey en su reino. Esta devastadora y elaborada metáfora es uno de los mayores aciertos del libro.

Los cuentos ‘La revancha de V o la noche de la Mercé y ‘V en el techo’ forman un intratexto agradable en el que podemos seguir la historia de varios personajes en el libro, aunque en ocasiones resultan surreales o fantásticos, como el primer relato. Otros relatos, como ‘Sombraría’, presenta algunos conceptos interesantes y originales, pero a través de formulas literarias requeteprovadas, como la sombra que gana consciencia y abandona a su dueño. En este caso, el protagonista necesita una sombra nueva, pero en la tienda de sombras, la genial sombraría, no se la conceden.

‘Blanca Nieve, mi pobre gallinita’ es una parodia sobre el bestialismo. El relato en sí está lleno de un humor simpático que amilana la atrocidad de la parafilia. Por otro lado, el personaje del narrador, un campesino criador de gallinas, no concuerda con el estereotipo de la bravura e ingenuidad, sino con algo más infantil. Además, el relato comienza lento y el conflicto no se revela hasta varias páginas más tarde. La mejor parte del cuento es la oración final, que más que un desenlace es un reclamo político.

Mi relato favorito de este libro se titula ‘Sed de tiempo’. Se trata de una búsqueda pesadillezca que puede ser interpreta de diversas maneras. Por ejemplo, la angustia circular del viaje que nunca termina podría ser interpretado como alusión a la atractiva poética literaria de Jorge Luis Borges. Por otro lado, el autor también nos da algunas pistas de gran importancia, como el brazalete y la bata de hospital que tiene el protagonista, lo cual sugiere que la pesadilla no es otra cosa que una metáfora sobre el desquicie que sufren las personas enfermas de la cabeza. También existen otros símbolos que proveen más subtexto, como los dos soles o dioses y las dunas de arena que se tragan al protagonista. De cualquier manera, este relato es uno excepcional: presenta el problema rápidamente, lo sostiene a través de misterios interesantes y culmina con un desenlace totalmente inesperado. 'Sed de tiempo' es un cuento antologable.


También quisiera comentar el relato titulado ‘Matilde de Rozán’. Se trata de uno de los relatos mejor construidos del libro. La tensión comienza desde la primera oración y se sostiene hasta el desenlace final. El intertexto sobre Jorge Luis Borges también es interesante. Sin embargo, la trama es demasiado predecible.

Una queja necesaria: ‘Lilith’ comienza como un relato de un enamorado, luego se vuelve una especie de cuento erótico y al final resulta ser una historia de horror. Me gusta el ocultismo y el terror, pero me hubiese gustado que el autor anticipara mejor el oscuro desenlace de la mujer demonio. Lo que gana con el elemento sorpresa lo pierde con la inverosimilitud al no prepararnos para la misma.
En fin, algunos relatos son breves, de una o dos páginas, y otros son bastante largos, divididos en estaciones o partes. La experimentación y variedad que nos presenta Victorino Bernal es admirable, aunque algunas veces funciona mejor que en otras. O quizás se trata de mis propios gustos.

Hay algunos errores ortográficos que resultan algo incómodos ya que el libro proviene de una casa editora, privilegio que no muchos autores puertorriqueños se pueden agenciar. Por otro lado, la riqueza léxica del autor y su narrativa audaz y experimental proporcionan un balance que nos permite continuar con la lectura. Además, el libro provee un par de joyas literarias que tienen que ser leídas.

Mis cuentos favoritos son:
“La esposa del rey en la esquina”
“Sed de tiempo”

Elementos narrativos sobresalientes:
-La parodia y el ludismo
-La grandilocuencia
-El intertexto
-El intratexto
-La pesadilla como recurso literario
-Finales circulares o cíclicos


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viernes, 29 de noviembre de 2013

Libro trigésimo segundo: Lego y otros pájaros raros


Lego y otros pájaros raros
de Tere Dávida

Lego y otros pájaros raros es un libro fantástico. Lo que más resalta son los personajes. De alguna manera, todos son monstruos, ya sea física o espiritualmente. Sin embargo, los monstruos de Tere Dávila son simpáticos, humanos. Sumamente humanos.

Para darle verosimilitud a sus creaciones, la autora hilvana una narrativa cuasi-fantástica con matices de humor que rebajan lo grotesco o repugnante de algunos de los personajes. Este es el gran acierto de Lego: la combinación de buen humor y terror, algo que suena a paradoja, un oxímoron funcional de la literatura puertorriqueña.

La gran mayoría de los cuentos me gustaron mucho. Algunos ejemplos interesantes son ‘Marae’, que presenta una visión cínica y sobrenatural sobre el turismo versus el patriotismo. La estructura del cuento emula una especie de guía turística y ofrece atisbos pesimistas, a veces paranormales, sobre nuestra cultura puertorriqueña.

Otro cuento interesante y de construcción similar es ‘Peter y el macharrán’, que más bien aborda el tema de la sensibilidad y el machismo. El cuento sugiere que sensibilizar a un hombre bárbaro y machista puede resultar en una transformación de la sexualidad. Incluso, el epígrafe del cuento va más allá y sugiere que un hombre homosexual es preferible por ser menos violento.

En el libro también hay una variedad de cuentos cuasi-fantásticos. ‘Muy famoso’ es la historia del cíclope y una fotógrafa que se convierte en su prisionera. Se trata de un cuento feminista en donde la heroína, una chica muy simpática e intrépida, ayuda a un monstruo a descubrir su humanidad latente y que al final es destruido por sus propios impulsos salvajes. El monstruo inmortal no tiene remedio. El final es una mezcla de tristeza y ternura que lo hace una excelente selección para comenzar el libro.
Por otro lado, tenemos el cuento de ‘Lego’, donde un hombre crea a otro hombre a partir de su pus. El relato toma elementos de la narrativa laberíntica de Jorge Luis Borges y hasta cierto punto recuerda ‘Las ruinas circulares’ por el tema del creador a la misma vez como la creación. Es uno de los mejores cuentos del libro.


Ahora bien, las verdaderas joyas de Lego son aquellos relatos en donde los monstruos son personas extraordinarias que reflejan su abominación a través de su perversidad o sutileza. Me refiero a los relatos de ‘El talento especial de Mercedes’ y ‘Treinta años de éxitos’. El primero se bandea sobre los lindes del melodrama y el segundo sobre el chiste, pero con su talentosa narrativa Tere Dávila nunca pierde el equilibrio y logra construir dos historias grandiosas, excepcionales, llenas de humanidad e ironía. Los personajes principales no son monstruos mitológicos y las tramas nunca cobran propiedades fantásticas. Sin embargo, la autora refleja lo monstruoso del egoísmo en el personaje del productor de ‘Treinta años de éxitos’ y la señora Mercedes en ‘El talento especial de Mercedes’. Estos monstruos-humanos tampoco se vuelven antagonistas estereotípicos pues la autora consigue dar pinceladas de humanismo y hasta ternura en medio de la atrocidad. Estos dos cuentos nada más valen la pena comprar la colección de cuentos de ‘Lego’.

También debo resaltar la originalidad de la autora por su relato ‘Y serán una misma carne’. El concepto de este relato corto es uno de los más extrañas que he visto en la literatura puertorriqueña. El cuento en sí es sumamente interesante e irónico pues dos amantes literalmente se despedazan mientras se acercan el uno al otro y luego quedan hechos unos mutantes con partes de uno y el otro. La narrativa es cinematográfica y el ocaso playero le da un aspecto melancólico a una situación fantástica.

Otros dos relatos que son muy similares en estructura se titulan ‘Ratón en forma de bizcocho’ y ‘Abrigo’. El primero toca los tema del consumismo y la desilusión infantil. El segundo es una descripción preciosista sobre el desuelle de un cadáver tatuado con animales. Si bien los temas y la técnica en ambos son bastante diferentes, la estructura es una especie de juego de adivinanzas en donde el acertijo se revela al final como un desenlace sorpresivo.

Lego y otros pájaros raros es una oferta literaria audaz. La mezcla de monstruos empáticos y humanos atroces contrasta agradablemente con el humor de la autora. Desde su primer libro de cuentos, titulado El fondillo maravilloso y otros efectos especiales, la autora no ha perdido su toque pícaro ni su acercamiento sensible a los conflictos humanos. En todo caso, la estructura de su narrativa se ha vuelto más organizada, mejor pensada. Lego es superior en calidad y genio.

Tere Dávila es una escritora puertorriqueña fresca, original y prometedora.

Los mejores relatos son:
-“Muy famoso”
-“El talento especial de Mercedes”
-“Lego”
-“Treinta años de éxitos”

Elementos narrativos sobresalientes:
-Lo fantástico
-Los contrastes entre el humor y lo grotesco
-La descripción preciosista
-El feminismo y machismo
-La crítica al consumismo


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sábado, 2 de noviembre de 2013

Libro trigésimo primero: Manchas de tinta en los dedos


Manchas de tinta en los dedos
de Awilda Cáez

Admito que de primera instancia leí los primeros dos cuentos del libro y lo cerré. Me parecieron muy buenos, tan buenos con los del primer libro de Awilda Cáez, Adiós, Mariana y otras despedidas. Sin embargo, me ocupé en otros quehaceres y lo dejé. No fue hasta esta mañana que me desperté temprano luego de una larga noche y, por alguna razón esotérica, retomé el libro de mi mesa de noche. Entonces ya no lo pude soltar.

Si bien ya dije que los primeros relatos son buenos, la mayoría de los que siguen son aún mejores. Vale la pena hablar un poco del estilo que la autora ha seleccionado, antes de entrar en aspectos más profundos. Manchas de tinta en los dedos es un libro de cuentos sobre grandes tragedias que han ocurrido en los últimos años a nivel internacional. La autora toma las noticias de ataques terroristas, personas desaparecidas y accidentes de aviones para convertirlas en el trasfondo de las historias de sus personajes.

Los relatos del libro suceden en países diferentes, por lo que la autora se dio a la tarea de investigar las ciudades y los dialectos de las personas que viven en ellas. Ya sea en México, Argentina o India, los personajes se sienten naturales, sus acciones verosímiles y humanas. A pesar de las tragedias, que pueden ser por causas naturales o de la maldad humana, ninguno de los personajes principales se presenta como totalmente perverso o heroico. Los inocentes corren despavoridos y los malvados se enamoran.  Uno puede generar empatía con ellos. El mejor ejemplo de esto es el relato “También caen del cielo”.


Ahora bien, dentro del contexto muy bien estructurado del libro, resalta la destreza de la escritora. Ya habíamos visto con su primer libro el cuidado que Awilda Cáez le presta a su trabajo creativo. Dentro de simples desamores podemos encontrar la humanidad de un hombre deprimido a través de la narrativa de esta escritora. Manchas de tinta en los dedos no es la excepción. Si bien está construido de una manera bastante diferente al primer libro, podemos encontrar ciertas cosas que se repiten como una especie de sello de la escritora.

Por ejemplo, tenemos la división en partes o secciones del libro, como espejos que presentan diferentes aspectos de una misma cuestión, que en este caso son las tragedias internacionales. En el primer libro teníamos Ellos y Ellas; en este encontramos Primera Plana y Gente. Se podría decir que en la primera parte la autora se enfoca más bien en el aspecto de la tragedia y las consecuencias en la vida de las personas involucradas. En otras palabras, Primera Plana es una especie de ‘macro’ sobre el asunto. Por otro lado, tenemos el lente de una lupa emocional. Los personajes interesantes de Gente forman parte directa o indirecta con algún suceso lamentable. Quiero decir, pues, que la segunda parte del libro es un acercamiento más íntimo y psicológico a la tragedia internacional.

Creo que el ejemplo más espectacular de Gente es el relato “Estos días de colores”. Tiene que ser el relato mejor logrado del libro. También es el relato que más se desvía del estilo usual de la autora. Ya conocemos a Awilda Cáez por sus finales chejovianos, por su agridulce melancolía y desquite íntimo o secreto que se reflejan perfectamente en su gran relato “Sin punto final”. Sin embargo, “Estos días de colores” es un cuento más dramático, más gracioso y tiene el final más impactante. Este es un cuento difícil de olvidar por el manejo magistral de la técnica del anticipo. A través de una narrativa simpática, la autora nos deja con la boca abierta, precisamente, con el punto final del relato. “Estos días de colores” es un cuento superior, original y fascinante. Entonces, ya vemos que la autora posee un dominio tanto de los finales sutiles, como de los sorpresivos.

No quiero terminar esta breve reseña con una simple exhortación a que lean otro libro más de un autor puertorriqueño. En este caso, necesito destacar la elegancia y la sobriedad de la narrativa de Awilda Cáez. A partir de Adiós, Mariana, solo ha solidificado su arte para entregarnos otra serie de cuentos más complejos, más profundos y mejor investigados, y que conservan la voz agridulce de una autora sensible que procura una gran calidad literaria. Los exhorto a que conozcan los dos libros de Awilda Cáez. Tendrán una gran conversación.

Los mejores relatos son:
- “Pedazos”
- “Sin punto final”
- “Estos días de colores”

Elementos narrativos sobresalientes:
-La psicología
-La intimidad o estilo confesional
-La inclusión del periodismo en la narrativa
-Los finales sutiles o chejovianos
-Los finales sorpresivos e impactantes
-La internacionalidad
-Lo detectivesco
-La tragedia


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