El fondillo
maravilloso
y otros efectos especiales
de Tere Dávila
Este libro no me
permitió despegarme de él en ningún momento. ‘El fondillo maravilloso’ ha sido
una de las lecturas más divertidas que he hecho para este blog. Tere Dávila
emplea un lenguaje muy ligero, fácil, coloquial y entendible (que no siempre
‘coloquial’ y ‘entendible’ van de la mano, desgraciadamente, ¡pero no es el
caso aquí!). La autora nos entrega una serie de relatos muy especiales que despegan con
fuerza y solamente cobran aún más intensidad a medida que vamos leyendo el libro.
Tengo que
destacar que, a pesar del lenguaje y el tono ‘coloquial’ o ‘popular’, sospecho que 'El fondillo maravilloso' puede ser entendido fácilmente por cualquier lector de habla hispana.
‘Se trata de un libro muy puertorriqueño, y sin embargo (casi
de manera insólita), no se compromete en ningún momento con un solo grupo o
nicho social de lectores. He visto que muchos autores puertorriqueños escriben
para un grupo limitado de lectores; estos pueden ser académicos, juveniles,
costumbristas, etc.. Hay escritores que escriben para escritores, como también hay
escritores que escriben para las masas. Sin embargo, cuando leo a Tere Dávila
en su ‘Fondillo maravilloso’ no puedo dejar de admirar la accesibilidad de su
prosa puertorriqueña, que en ningún momento pierde belleza, simpatía o validez.
Todos los relatos
de ‘El fondillo maravilloso’ son geniales. El libro abre con un relato breve que se titula ‘Soy yo, Carlos (#1)’. Se trata de un hombre
despechado que se reniega a aceptar el rechazo de una mujer, por lo que la
acosa con llamadas telefónicas y mensajes de voz de tono desesperado. Lo divertido de
este relato es que nos seguimos encontrando con los mensajitos de Carlos a través
del libro. Luego de leer un par de cuentos, volvemos a encontrarnos con otro mini-cuento, siempre
un corto mensaje telefónico que deja al descubierto (y de manera muy divertida)
el desespero y la ingenuidad de Carlos, hasta que al final del libro, en ‘Hola, soy Carlos (#38)’ (no se preocupen, no son 38, sino 9 los cuentos de Carlos)
vemos el desemboque de la conducta sicótica de este hombre en un micro-cuento
excelente que también funciona como ‘punch-line’ para la totalidad del libro.
Como ya dije, ‘El
fondillo maravilloso’ despega con fuerza, pero no es hasta que llegamos a los
cuentos de adentro que vemos a Tere Dávila en todo su esplendor literario.
Cuentos como ‘A cualquiera le toca’, ‘La otra Magdalena Reyes’, ‘High Noon’,
‘Eva ya no trabaja con nosotros’, ‘Pop porn’ y ‘La oscuridad: un paseo’ vienen
uno detrás del otro (con el ocasión interludio de Carlos), cada uno con su
propia identidad, con fuerza, astucia, vigencia, frescura…
…sin perder unidad ni decoro. A veces el escritor puede
ponerse gratuito o insensible cuando se tocan temas tan jocosos y cotidianos.
La necesidad de acaparar la atención del lector en todo momento puede
convertirse en una gríngola intelectual que no nos permite salir del
espectáculo y el efectismo (como yo, hace un momento), pero Tere Dávila evita la animalización a toca costa. Su prosa es íntima, humana y multidimensional. No me atrevo a llamarla
irreverente, pero sí audaz. En un cuento como 'Eva ya no traban con nosotros' la autora nos presenta una variedad de opciones para el final, pero todos sabemos (y esto es lo genial) que ninguno de ellos es cierto, que el relato habla del bochinche y de la especulación, y de cómo a la gente le encanta imaginar fantasías que satisfagan cada necesidad morbosa y falta de sentido, comunicación y sensibilidad que nos arropa. ¡Bravo, Tere Dávila, por decir las 'grandes verdades' con pequeñas historias!
Como ya siento un
peligro lírico que se va asomando despiadadamente a medida que mis comentarios
se van tornando más complacientes, ahora prefiero puntualizar mis elogios con
una recomendación muy sincera:
¡LEAN ‘El fondillo
maravilloso’(,) DE Tere Dávila!
Mis relatos favoritos han sido todos los del medio:
‘A cualquiera le toca’
‘La otra Magdalena Reyes’
‘High Noon’
‘Eva ya no trabaja con nosotros’
‘Pop Porn’
‘La oscuridad: un paseo’
Elementos narrativos predominantes:
-Estructura no-tradicional (utiliza cartas,
correos electrónicos y mensajes de voz para ‘narrar’).
-La brevedad.
-El humor.
Próxima entrada: Interludio segundo
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