Tedio tropical
de Victorino Bernal
Tedio tropical es una colección de cuentos
bastante diversos, tanto en estilo como temática. Aunque los textos no guardan
mucha relación unos con otros, el título del libro sí nos sugiere un anticipo
sobre algunas inquietudes del autor que se van a ver reflejadas en la lectura.
Por ejemplo, abunda el comentario político sobre la situación miserable e
incorregible de Puerto Rico. Por otro lado, otros cuentos laberínticos no
guardan relación alguna con el estilo lúdico principal. El libro, pues, es una selección de cuentos variada.
Me saltaré el primer relato, ‘Standard Electric’,
porque no lo entendí.
Entonces comenzamos con ‘La esposa del rey en la
esquina’. El autor establece un tono grandilocuente para ensalzar las hazañas
de un drogadicto indigente. El protagonista es comparado con un rey y en
ocasiones parece ser un dios. La magnánima imagen —y esta es la verdadera
catarsis del relato— de repente se derrumba y lo volvemos a ver como un ser
humano cuando el autor nos revela al final que su familia todavía lo busca para
ayudarlo a salir de la enfermedad. Esta humanización del dios representa una
ironía genial sobre la incapacidad del drogadicto para abandonar su situación
precaria. El enfermo necesita su enfermedad. El enfermo es rey en su reino.
Esta devastadora y elaborada metáfora es uno de los mayores aciertos del libro.
Los cuentos ‘La revancha de V o la noche de la
Mercé y ‘V en el techo’ forman un intratexto agradable en el que podemos seguir
la historia de varios personajes en el libro, aunque en ocasiones resultan
surreales o fantásticos, como el primer relato. Otros relatos, como
‘Sombraría’, presenta algunos conceptos interesantes y originales, pero a
través de formulas literarias requeteprovadas, como la sombra que gana
consciencia y abandona a su dueño. En este caso, el protagonista necesita una
sombra nueva, pero en la tienda de sombras, la genial sombraría, no se la
conceden.
‘Blanca Nieve, mi pobre gallinita’ es una parodia
sobre el bestialismo. El relato en sí está lleno de un humor simpático que
amilana la atrocidad de la parafilia. Por otro lado, el personaje del narrador,
un campesino criador de gallinas, no concuerda con el estereotipo de la bravura
e ingenuidad, sino con algo más infantil. Además, el relato comienza lento y el
conflicto no se revela hasta varias páginas más tarde. La mejor parte del
cuento es la oración final, que más que un desenlace es un reclamo político.
Mi relato favorito de este libro se titula ‘Sed de
tiempo’. Se trata de una búsqueda pesadillezca que puede ser interpreta de
diversas maneras. Por ejemplo, la angustia circular del viaje que nunca termina
podría ser interpretado como alusión a la atractiva poética literaria de Jorge
Luis Borges. Por otro lado, el autor también nos da algunas pistas de gran
importancia, como el brazalete y la bata de hospital que tiene el protagonista,
lo cual sugiere que la pesadilla no es otra cosa que una metáfora sobre el
desquicie que sufren las personas enfermas de la cabeza. También existen otros
símbolos que proveen más subtexto, como los dos soles o dioses y las dunas de
arena que se tragan al protagonista. De cualquier manera, este relato es uno
excepcional: presenta el problema rápidamente, lo sostiene a través de
misterios interesantes y culmina con un desenlace totalmente inesperado. 'Sed de tiempo' es un cuento antologable.
También quisiera comentar el relato titulado
‘Matilde de Rozán’. Se trata de uno de los relatos mejor construidos del libro.
La tensión comienza desde la primera oración y se sostiene hasta el desenlace
final. El intertexto sobre Jorge Luis Borges también es interesante. Sin
embargo, la trama es demasiado predecible.
Una queja necesaria: ‘Lilith’ comienza como un
relato de un enamorado, luego se vuelve una especie de cuento erótico y al
final resulta ser una historia de horror. Me gusta el ocultismo y el terror,
pero me hubiese gustado que el autor anticipara mejor el oscuro desenlace de la
mujer demonio. Lo que gana con el elemento sorpresa lo pierde con la
inverosimilitud al no prepararnos para la misma.
En fin, algunos relatos son breves, de una o dos
páginas, y otros son bastante largos, divididos en estaciones o partes. La
experimentación y variedad que nos presenta Victorino Bernal es admirable,
aunque algunas veces funciona mejor que en otras. O quizás se trata de mis
propios gustos.
Hay algunos errores ortográficos que resultan algo
incómodos ya que el libro proviene de una casa editora, privilegio que no
muchos autores puertorriqueños se pueden agenciar. Por otro lado, la riqueza
léxica del autor y su narrativa audaz y experimental proporcionan un balance
que nos permite continuar con la lectura. Además, el libro provee un par
de joyas literarias que tienen que ser leídas.
Mis cuentos favoritos son:
“La esposa del rey en la
esquina”
“Sed de tiempo”
Elementos narrativos
sobresalientes:
-La parodia y el ludismo
-La grandilocuencia
-El intertexto
-El intratexto
-La pesadilla como recurso
literario
-Finales circulares o cíclicos
Próxima entrada: Mujeres
que se portan mal
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