jueves, 12 de enero de 2012

Libro segundo: En el ojo del huracán


En el ojo del huracán
Al cuidado de Mayra Santos-Febres y Ángel Darío Carrero
Los cuentos son de: Ángel Darío Carrero, Moisés Agosto-Rosario, Yolanda Arroyo Pizarro, Mario Santana-Ortiz, José Liboy Erba, Pedro Cabiya, Mayra Santos-Febres, Juan Carlos Quiñones, Rafael Franco Steeves, Janette Becerra, Francisco Font Acevedo, Ana María Fuster Lavín, Tere Dávila, Juan López Bauzá, Luis Negrón, Cezanne Cardona Morales, Ernesto Quiñones, Charlie Vázquez, Damarys Reyes Vicente, Vanessa Vilches Norat, Sofía Irene Cardona, Mara Negrón, Edgardo Nieves-Mieles, Willie Perdomo.


     ‘En el ojo del huracán’ ha sido mencionado como uno de los mejores diez libros de ficción publicados en Puerto Rico el año pasado (2011), según el Nuevo Día. Me dio con leerlo. Se trata de una antología de cuentos selectos de autores puertorriqueños. Los relatos se encuentran entre las mejores narrativas cortas de los últimos años (la crema de la crema, ¿no?). Sin embargo, me siento con sentimientos polarizados con uno que otro cuento. Veamos.

     Algunos de estos cuentos se sienten naturales, lo que suelo llamar un ‘cuento honesto’ -que se siente honesto, quiero decir-. Cuando leo una narrativa sensible y honesta se que tengo a un cuento ganador entre mis manos, para mis gustos. Algunos ejemplos de esta destreza tan difícil de ejecutar (la de la honestidad) pueden ser ‘Fahrenheit’, de Yolanda Arroyo Pizarro (probablemente el cuento que más he disfrutado de la antología, y ciertamente el más corto), el relato estremecedor de Rafael Franco Steeves, ‘El mundo está en llamas’, Janette Becerra con su ‘Milagro en Guanabacoa’ (Janette Becerra esta próxima a publicar su primer libro de cuentos. Una excelente narradora nueva), ‘Melaza movediza’ (disculpando la aliteración racial), de Tere Dávila, ‘Guantes de látex’, original de ‘La belleza bruta (Libro primero), de Francisco Font Acevedo, ‘Luis Negrón con su ‘Mundo cruel’, que también es el nombre de su primer libro de relatos que tan buenas críticas ha recibido (y que reseñaré, eventualmente), ‘El cuadrangular infame’, de Cezanne Cardona Morales, ‘The First Book of The Sinner’, de Ernesto Qui~onez (un relato en inglés que tan cuidadosamente evita el maniqueísmo con la temática difícil de los presidiarios extranjeros), entre otras tremendas ofertas.

     Hay también una serie de cuentos muy buenos que se me presentan mejor como un despliegue técnico (de la técnica), y que por lo tanto, a pesar de ser excelentes relatos, los siento faltos de naturalidad (o de honestidad). Un gran ejemplo es, precisamente, ‘Goodbye, Miss Mundo, Farewell’, de la coautora y reconocidísima escritora puertorriqueña, Mayra Santos-Febres. Las escenas (o cuadros, como la autora los describe) establecen una especie de contrapunto con los diálogos de (creo, no se mucho de teatro), presumo por el epígrafe, Ophelia. Mientras tanto, el verbo ‘aspirar’ quiere decirlo todo cada vez que aparece ante nuestros ojos. La autora describe las aspiraciones de una reina de belleza como una adicción que va destruyendo su vida. Hermoso cuento, pero muy enredado, para algunos de nosotros. Otro cuento excelente es ‘La sustituta’, de Juan López Bauzá. Básicamente, relata el asesinato de una mujer a plena vista, en el parque, por parte de sus dos sabuesos (el perro blanco y el perro negro). Francamente, es increíble, en especial porque el narrador es una persona que observa todo el crimen sin hacer absolutamente nada. También trata de justificarse, pero no me funciona. Siento que el autor trata de decirnos algo con la usurpación de la identidad de la mujer por parte de sus propias mascotas, pero temo que suena a un cuento receta de tantos que nos hablan de sombras y de entidades que se roban la vida de sus dueños hasta transformarse en ellos completamente sin que nadie se percate. La metamorfosis perruna (con el permiso de Kafka) me dejó sin justificación, si se puede decir así. Otro cuento receta, aunque muy bueno, es ‘El tocadiscos de aguja’, de José Liboy Erba, que también sufre de lucir mejor su técnica que su propio cuento.

     Hay un par de cuentos que me parecieron horribles. Curiosamente, ambos utilizan las notas alcance para mover hacia delante el relato. El primero es ‘El hábito hace al monje’, que con todo lo que me gusta la ciencia-ficción, francamente lo odié. Hasta tiene un par de disparates técnicos referentes al lenguaje científico empleado. Por ejemplo: “…donde el beato levitaba orbitando por lumínicos PROTONES…”. Esto debería leer ‘FOTONES’, para que haga sentido. Algunas de las gigantescas notas al calce parecen un chiste, en vez de aportar a la narrativa. A la larga, el relato parece contar un episodio criminal sin son ni ton mientras que, en el trasfondo, como un ruido, aparenta criticar los problemas que surgen al traducir idiomas desconocidos y las licencias que nos damos al tratar de comprender lo incomprensible, desde nuestro punto de vista.

     El otro cuento horrible de esta antología es ‘La oreja de Van Gogh’. Me limitaré a decir que de relato no tiene nada y que más bien parece una farfullada por algún odioso de la conocida banda española. Entiendo que esa ha sido precisamente la intención, pero me deja preguntándome cuál era el propósito de tan elaborada banalidad: ¿Hacerme reír? ¿Hacerme llorar? ¿Odiarlo? De todas maneras, espero no tener que volver a leer algo así.

     Quería discutir un aspecto muy curioso del cuento ‘Ayin’, de Damarys Reyes Vicente. Buen cuento. Hace un par días atrás terminé de leer ‘El porqué de las cosas’, del autor catalán Quim Monzó (a quien adoro, pero no comentaré en este blog dedicado exclusivamente a los cuentistas puertorriqueños). ‘Ayin’ fue publicado en el 2007 como el cuento ganador del certamen de El Nuevo Día. ‘El porqué de las cosas' fue publicado originalmente en el 1994. Teniendo estos datos en cuenta, quiero decir que ‘Ayin’ y ‘El afán de superación’ (de Quim Monzó) son cuentos similares. Ambos nos relatan la inconformidad de una mujer que se sigue operando y transformando el cuerpo para sentirse conforme, hasta llegar al extremo de cambiarse los huesos y adulterar o sustituir su cerebro para hacerlo mejor. Los desenlaces son ligeramente diferentes, pero la vasta mayoría de ambos relatos parecen transcritos de la misma idea. Prefiero pensar que ha sido una enrome coincidencia (y quedémonos con la elipsis, ¿si?).

     Ahora sí, ¡no temáis! La antología es excelente. No sé si realmente sea digna de poco más de veinte dólares (probablemente sí), pero definitivamente es necesaria para los amantes del cuento, para saber a quién leer y a quién no leer. No me hagan caso, por supuesto, lean el libro y sean ustedes los jueces.

Mis cuentos favoritos han sido:
-'Fharenheit'
-'El mundo está en llamas'
-Milagro en Guanabacoa'
-'Goodbye, Miss Mundo, Farewell'
-'Guantes de látex'
-'Mundo cruel'

Elementos sobresalientes:
-Metarelato
-Contrapunto
-Notas al calce
-Clonación (es un chiste)
-muchas otras; son numerosos autores ;D


Libro tercero: Mundo cruel

3 comentarios:

  1. Mmmmmmm, no sé, ouch, "sagrada"... dios no existe...exhalo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. aspira...
      -te aseguro que puedo verlo, de veras!
      -dios es un ligón?
      ...exhalo (yo, no ella)

      Eliminar
  2. ese elemento de clonación, sera pura casualidad o... mera causalidad? Acepto la invitación. Seré juez.

    ResponderEliminar