de Jaime L. Marzán Ramos
El segundo libro de cuentos de
Jaime L. Marzán Ramos trae un gran giro temático y estilístico. En su primera
colección de relatos, Equus rex, el
autor desarrolló a cabalidad una temática muy inusual sobre caballos y
caballistas. Ahora, en Kuolema, el autor enfila su pluma con la literatura de
la muerte y produce un trabajo narrativo repleto de lirismo.
Kuolema incluye muestras de narrativa breve y micro
relatos desarrollados en torno a una inquietud fundamental por la muerte. El tema universal usualmente
viene enmarcada dentro de la seducción, la cual, a su vez, desemboca en el
suicidio o el rapto sobrenatural (por ejemplo, “La visita”); también estamos
acostumbrados a ver al héroe que lucha a toda costa por escapar de la muerte o,
incluso, vencerla. Sin embargo, Jaime L. Marzán Ramos propone otras formas de verla. En
algunos de sus relatos, la muerte se vuelve su amiga (o amigo; “Obituarios”,
“Mis muertos”); en otros, el protagonista se mofa de ella o, incluso, la
ningunea (“¡Que viva la muerte!”, “El epitafio de KNK”). El autor explora todos los acercamientos, desde lo trágico hasta lo cómico, desde lo
sensual hasta lo político. La fragilidad de los protagonistas trasciende el argumento tedioso de la insignificancia de la vida y, más bien, parece invitarnos a la introspección para comparar el valor que le damos a nuestras propias vidas versus el valor que le damos a las cosas que hacemos durante nuestras vidas. En otras palabras, muchos relatos de Kuolema plantean el valor de una vida en relación a la calidad de vida.
Los cuentos que se escapan de la muerte también denotan una preocupación del autor por los asuntos del futuro. Acorde con el tema principal, la proximidad o inmediatez de lo inevitable es un atractivo literario
que el autor trabaja en repetidas ocasiones desde un acercamiento que abarca
diferentes posibilidades (por ejemplo, “El ministro y el periodista”, “El
último Homo sapiens”). Ya habíamos
visto un atisbo del tema en el relato final de Equus rex y, evidentemente, es algo que ha permanecido en el
imaginario creativo de Jaime L. Marzán Ramos con excelentes resultados. Vale
comentar que, desde luego, el autor trabaja los relatos históricos con igual
maestría, como ya hemos visto en sus dos novelas (Mercedes y Rita); tanto que
algunos de sus cuentos históricos (por ejemplo, “El prisionero de Serapio” y
“Las garzaguanés”) son de los mejores en Kuolema.
Si disfrutan la narrativa
breve, los micro relatos y el atractivo milenario de la muerte en todas sus
posibles vertientes, Kuolema es una lectura novedosa que disfrutarán de
principio a fin. Si todavía no lo han hecho, dense la oportunidad de conocer la
literatura de Jaime L. Marzán Ramos. ¡Enhorabuena por la literatura
puertorriqueña!
Mis relatos
preferidos son:
“El
último Homo sapiens”
“Las
garzaguanés”
“Los
manchesters”
Elementos
literarios destacados:
-La
prosa lírica
-La
brevedad
-La
visión de los futuros posibles
-El
relato histórico
-La
fábula en “El búho estercolero”
-La
segunda persona narrativa en “Asunto concluido” y “Vicente”
No hay comentarios:
Publicar un comentario